Se dice que Dalí obsesionado por Freud buscaba todo el tiempo un encuentro con él y no lo conseguía hasta que se dió la oportunidad, y tal fue su impresión de dicho encuentro que no perdió detalle alguno y vió al salir de su visita en el patio una bicicleta del psicoanalista apoyada en la pared y allí había un caracol e inmediatamente conecta el caracol con la cabeza de Freud.
El simbolismo de este animal es rico en interpretaciones y debido a la forma de su caparazón se le relaciona en algunas culturas y sobre todo por determinadas escuelas simbolistas, con la línea espiral que representa los ritmos repetidos de la vida, el carácter cíclico de la evolución.
Las alas del caracol y el ángel son representaciones de la mente superior mientras que las partes duras (el caparazón) encierra miedos, deseos, fobias de la mente inconsciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario