LA PSICOLOGÍA : EL ALMA Y LA CONDUCTA HUMANA ,

sábado, 21 de diciembre de 2013

CARL GUSTAV JUNG


Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis, fundador de la escuela de Psicología Analítica. Carl Jung nació en el seno de una familia de ascendencia alemana y de tradición eclesiástica, de padre filólogo y clérigo. Durante su adolescencia fue un gran lector y terminada su educación inicial, ingresó en la facultad de medicina en la Universidad de Basilea. En 1900 Carl Jung comenzó a trabajar como ayudante en la clínica psiquiátrica de Burghölzli (Zurich), durante tres años. En 1905 se doctoró en psiquiatría y fue médico jefe de la clínica psiquiátrica de la Universidad de Zurich hasta 1909. En 1907 conoce a Sigmund Freud y se inicia una fecunda colaboración que duró hasta mediados de 1912, cuando empezaron a manifestarse divergencias y la separación definitiva en 1913. En 1922 adquiere en propiedad unos terrenos a orillas del Lago de Zúrich y aprende a esculpir piedra, realizando una ampliación de la casa. Carl Jung llama a la casa "Bollingen" y será su lugar de retiro y meditación. En 1920 comienza una etapa de viajes que lo lleva a Argelia, Túnez, Francia, Estados Unidos, Kenya y Uganda. En 1930 fue nombrado presidente honorario de la Asociación Alemana de Psicoterapia y en 1933 profesor de psicología médica en la Universidad Politécnica Federal de Zúrich. Invitado por el gobierno indio a efectos del jubileo de los veinticinco años de la Universidad de Calcuta, Carl Jung viaja en 1938 y se interesa por la meditación el yoga y el budismo. Murió en su casa a orillas del lago a los 86 años. Carl Jung fue un pionero de la psicología profunda, y uno de los estudiosos de esta disciplina más ampliamente leídos en el siglo veinte, se dedicó a la exploración del “espacio interno”, equipado con un conocimiento aparentemente inagotable sobre mitología, religión y filosofía, psicologia y psiquiatria. 

FUENTE : CAMPO VINCULAR PSICOTERAPIA . 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Comer en exceso : apropiación del deseo que me daña .

"Cuanto más haga para apropiarme del proyecto de delgadez, mejor, para poder ir en contra del virus de la obesidad, que se expande en el mundo. 
A mayor palatabilidad, más tentación, más deseo, más apropiación del deseo que me daña, pero como me gusta, dejo de lado el daño que me hace. Cuantas más cosas haga, cuanta más distancia con la comida, menos hambre tendré.

Las compulsiones son a estómago lleno: Mastico, me alivio, me reprocho, disminuye la autoestima… mastico. La comida es algo que yo mismo me lo proveo, no dependo de nadie para obtener placer. Es un auto-placer. La gordura es una enfermedad de los límites, del pudor que se pierde, y que se corrige con compromiso."

Dr. Máximo Ravenna .

miércoles, 18 de diciembre de 2013

LO QUE NO DECIMOS ...


Anorexia: el otro en la anorexia, saber y goce (Freud - Lacan) . Estudio del psicoanálisis y psicología .

Anorexia, saber y goce.
En un agregado de 1920 a "La metamorfosis de la pubertad" Freud planteaba que "las fantasías de la época de la pubertad tienen su punto de partida en la investigación sexual infantil, a la que el niño hubo de renunciar ya en épocas anteriores"
Recordemos que la investigación sexual infantil es planteada por Freud como efecto de una pulsión de saber que no puede contarse entre los componentes pulsionales elementales, y que es atraída y quizás despertada por el enigma de la procedencia de los niños, generalmente ante la aparición de un hermanito.
Freud planteará que la investigación sexual infantil fracasa ante el horror a la castración. Este fracaso típico ejerce para siempre una "influencia paralizante" sobre todo proceso mental ulterior, cuando no produce una "interrupción duradera de la pulsión de saber".
Encontramos aquí el fundamento del horror al saber propio de la neurosis: se trata del horror a la castración. ¿Qué ocurre entonces con el saber en los casos de anorexia como el que acabamos de relatar?
El Otro en la anorexia.
En el seminario sobre Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Lacan ubicará a la anorexia como una detención del sujeto en la primera respuesta que ofrece a la pregunta acerca del deseo parental: esta primera respuesta es el fantasma de su propia desaparición, de su muerte.
Ubica los por qué del niño no como efecto de un deseo de saber, sino como intentos de poner a prueba el deseo del adulto: "el sujeto aprehende el deseo del Otro en lo que no encaja, en las fallas del discurso del Otro". Así, es en la medida en que el Otro se queda sin palabras, que surge el intervalo, poniéndose en función el deseo vía la metonimia.
El Otro se presenta aquí como rechazando la función del intervalo, de la falla en el saber, no hay deseo del Otro que aprehender. El sujeto insiste entonces con su pregunta infantil y con aquella primera respuesta, sin la posibilidad dialéctica del "Hombre de los sesos frescos", quien no tiene la menor idea de que pueda tener alguna idea propia, y entonces "roba nada".
Nos preguntamos si es esta posición extrema que manifiesta la anorexia en el campo de la psicosis la quedescribe Lacan en su seminario Les non-dupes errent, donde dice, refiriéndose a una anoréxica: "ella se habría dejado reventar de hambre con tal de desalentar ese deseo de saber atribuido al Otro". No es lo mismo dejarse reventar de hambre que comer sesos frescos. En ese seminario Lacan plantea que el único deseo de saber que hay es aquél atribuido al Otro, y que a veces esta atribución se acompaña de un "muy poco para mí", ubicando a la anorexia mental como una acción que lo enuncia así: "yo como nada".
FUENTE : psicopsi.com

El suicidio entre los adolescentes: no es un juego de niños.

Quitarse la vida cuando ni siquiera se ha empezado a vivir en el sentido estricto de la palabra, es un asunto descorazonador. Pero más allá de la tristeza que el suicidio de un adolescente causa, es una realidad que no se puede negar. Y parece que ahora, incluso algunos adolescentes más jóvenes están pensando en quitarse la vida. Así es: un estudio reciente demuestra que el suicidio entre los adolescentes se presenta más temprano de lo que se pensaba.
 La adolescencia es una etapa de la vida en la cual se descubren nuevas emociones. Es el momento en que se deja de ser niño y empieza la transición hacia la adultez, con todos los retos y las alegrías que esto puede traerle a una persona. Muchos recordamos nuestra adolescencia como una etapa feliz, idealista y llena de sueños por cumplir. Es también durante esta época que las emociones son más intensas, los amores eternos y las tristezas infinitas.
Es probable que precisamente, la intensidad de las emociones durante la adolescencia, sea la razón para que el suicidio o los intentos de quitarse la vida, aparezcan con frecuencia en la vida de muchas personas jóvenes. Según datos publicados por el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, en el 2007, el suicidio fue la tercera causa de muerte entre los jóvenes de entre los 15 y los 24 años.
Pero si pensabas que una persona de 15 años es demasiado joven para querer morir, te sorprenderá que hoy en día, hasta niños de 12 años quieran acabar con su vida. Un nuevo estudio realizado por unos investigadores de la Universidad de Washington, Estados Unidos, encontró esto, luego de entrevistar a 900 jóvenes entre los 18 y los 19 años de edad y descubrir sus intentos de suicidio. De los jóvenes encuestados, el 9 por ciento dijeron haber intentado suicidarse en algún momento y de ellos, el 40 por ciento admitió que ese intento fue antes de comenzar la secundaria, la mayoría alrededor de los 12 años de edad. Pero lo más alarmante es que aquellos jóvenes que reportaron haber tenido varios intentos de suicidio, confesaron que el primer intento fue aproximadamente a los 9 años de edad.
Este estudio encontró también que los intentos de suicidio a una edad tan temprana, coincidían con sufrir de depresión.
Si te preocupa este tema porque tienes hijos adolescentes o eres adolescente aquí te doy una guía para que identifiques los factores de riesgo:
  • Trastornos mentales como la depresión
  • Abuso de sustancias tóxicas
  • Intento de suicidio previo
  • Historia familiar de suicidio
  • Violencia en el entorno familiar
  • Haber sido víctima de abuso sexual
  • Existencia de armas en la casa
  • Suicidio de familiares o amigos cercanos
  • Estar preso o haberlo estado
Un adolescente puede tener pensamientos suicidas si:
  • Se siente triste y con autoestima baja
  • Siente que “no vale nada”.
  • Tiene rabia (enojo) y sentimientos de venganza
  • No quiere participar en actividades sociales con la familia y amigos
  • Tiene cambios en sus patrones para dormir (patrones de sueño)
  • Se siente exhausto(a)
  • Está irritable
  • Llora con frecuencia
  • No se cuida
  • Tiene comportamiento impulsivo
  • Sufre de dolores de cabeza y estomacales
  • Habla del suicidio o la muerte
  • Tiene comportamientos autodestructivos como abusar del alcohol, las drogas, o manejar muy rápido, por ejemplo.
Ten en cuenta que tanto los factores de riesgo como las señales de alerta también se presentan en personas que no tienen intención de suicidarse. Por eso, es de suma importancia que analices con cuidado si se trata de un caso para preocuparse.
¿Qué medidas de prevención puedes tomar? Estadísticamente está comprobado que los adolescentes que se suicidan dan algún tipo de advertencia al respecto. Por eso los padres, los amigos y los familiares deben estar atentos a estas advertencias para poder buscar ayuda profesional (asistencia psiquiátrica) si es necesario.
Si tienes dudas sobre cómo puedes prevenir el suicidio, habla con algún especialista en salud mental, busca ayuda, no guardes silencio. Habla con tu hijo(a) adolescente respecto de sus problemas. Recuérdale que la vida es bella y que todo tiene solución. El suicidio en los adolescentes no es un juego de niños.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

EL CEREBRO


EL CEREBRO DEL HOMBRE Y EL CEREBRO DE LA MUJER .



NUEVA TÉCNICA . LOS INVESTIGADORES REALIZARON PARA SU ESTUDIO "RESONANCIA MAGNÉTICA CON TENSOR DE DIFUSIÓN" . 



HOMBRE . MAYOR CONECTIVIDAD (EN AZUL) ENTRE LA PARTE DELANTERA Y TRASERA.





MUJER . MAYOR CONECTIVIDAD (EN NARANJA) ENTRE UN HEMISFERIO Y EL OTRO . 

Conexiones clave
Los científicos utilizaron para esta investigación una técnica relativamente nueva de resonancia magnética, una que logra imágenes con tensor de difusión. Eso les permitió visualizar las fibras que conectan distintas regiones del cerebro. A partir de estas observaciones concluyeron que los cerebros de las mujeres tienen un mayor grado de conectividad entre los hemisferios izquierdo y derecho, es decir, respecto a lo analítico e intuitivo. Mientras que el cerebro masculino muestra mayormente un vínculo entre la partes delantera y trasera del cerebro, facilitando así la percepción y la acción coordinada. Otra conclusión importante es que estas diferencias importantes aparecen tarde. Antes de los 13 años no se notan. Y se agudizarían en la adolescencia y especialmente a partir de la edad adulta.

FUENTE DIARIO CLARÍN - 11/12/2013 . 

El cerebro del hombre es más rápido, pero el de la mujer se concentra más Eso explicaría, según un nuevo estudio en EE.UU., por qué ellas resolverían varias tareas a la vez y ellos, no.

WASHINGTON. AFP - 11/12/13
El cerebro de los hombres y el de las mujeres se conectan entre sí de manera muy diferente, reveló el lunes un estudio científico que analizó imágenes captadas a través de escáneres. Un dato que parece confirmar los clásicos estereotipos sobre actitudes y comportamientos propios de cada sexo.
Estos nuevos mapas de la conectividad cerebral muestran diferencias impactantes, aunque también complementarias, en la arquitectura del cerebro humano.
Y nos ayudan a elaborar una potencial base neuronal que explique por qué los hombres son brillantes en algunas tareas y las mujeres en otras”, apuntó Ragini Verma, profesora de radiología en la facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, y principal autora de estos trabajos publicados en las Actas de la Academia estadounidense de las Ciencias (PNAS).
La investigación, llevada a cabo entre 949 personas sin problemas de salud (521 mujeres y 428 hombres) de entre 9 y 22 años, revela que el cerebro del hombre posee una mayor cantidad de conexiones en la parte delantera del cerebro, centro de coordinación de las acciones, y la trasera, donde se halla el cerebelo, importante para la intuición. Las imágenes muestran también una gran cantidad de conexiones dentro de cada uno de los hemisferios del cerebro.
Semejante conectividad registrada en el mapeo sugiere que el cerebro masculino está estructurado como para facilitar los intercambios de información entre el centro de la percepción y el de la acción, según Ragini Verma.
En cuanto al cerebro de las mujeres y sus resultados, estas conexiones unen el hemisferio derecho, donde se halla la capacidad de análisis y el tratamiento de la información, hasta el hemisferio izquierdo, centro de intuición, explica la científica.
La investigación complementa datos previos y, en síntesis, se puede afirmar que reveló que las mujeres son superiores a los hombres en cuanto a su capacidad de atención, la memoria de las palabras y de los rostros, además de las pruebas de inteligencia social.
Pero, los hombres las superan en capacidad y velocidad del tratamiento de la información.
La investigadora explica que los hombres son en promedio más aptos para aprender y ejecutar una sola tarea, como andar en bicicleta, esquiar o navegar, mientras que las mujeres tienen una memoria superior y una mayor inteligencia social, que las vuelve más aptas para ejecutar tareas múltiples y a encontrar soluciones para el grupo.
Relevamientos realizados en el pasado ya habían mostrado diferencias entre los cerebros masculino y femenino, señalan los autores del estudio de los expertos estadounidenses. Pero, agregan, esta conectividad neuronal de regiones en el conjunto del cerebro jamás había sido vinculada a aptitudes cognitivas en un grupo tan grande como el investigado en esta oportunidad.
“Es también impactante constatar cuánto los cerebros de la mujer y del hombre son realmente complementarios”, apuntó Ruben Gur, profesor de psicología en la facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania, uno de los principales autores de estos trabajos.
“Los mapas detallados del conectomo (mapa completo de las conexiones cerebrales) en el cerebro no sólo van a ayudarnos a entender mejor las diferencias en la manera en que hombres y mujeres piensan, sino también alumbrarnos mejor sobre las causas de los disturbios neurológicos a menudo vinculados con el sexo de la persona”, expresó.
Para los científicos involucrados en la investigación, las próximas investigaciones deberán identificar con más precisión qué conexiones neuronales son propias de un solo sexo y cuáles comparten los dos, explicó el psicólogo.
Los autores observaron, además, pocas diferencias de conectividad cerebral entre los sexos de niños con menos de 13 años de edad. En cambio, las diferencias eran más notorias entre adolescentes de 14 a 17 años, y jóvenes adultos de más de 17 años.
Las observaciones vertidas en este trabajo se corresponden con los resultados de un estudio anterior sobre los comportamientos realizado también por la Universidad de Pensilvania, y que dejó en evidencia las diferencias pronunciadas entre los dos sexos. Ahora se reconfirman en un nuevo round por la “batalla de los sexos”.
Fuente : Diario Clarín . 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

INTERVENCIONES ANALÍTICAS .

En general las mejores intervenciones en un análisis son ocurrencias sin premeditar que parten de una lectura (del) inconsciente, resultando una sorpresa tanto para el analizante como para el analista.

Aquí van algunas intervenciones que podrían producir un sujeto del inconsciente, o por lo menos un efecto inesperado:

-Yo hice todo por ella.
-O sea que no la dejó hacer nada.

-Yo no compito con mi vieja.
-Su mamá tampoco con-pito.

-No sé qué hacer con mi vida
-Por qué no la vive?

-Yo digo lo que se me canta el culo.
-O sea que le gusta hablar al pedo.


Fuente : Viñetas Analíticas . 

sábado, 9 de noviembre de 2013

SOCIEDAD. Un alumno solitario y tranquilo, pero que daba señales de alerta.

09/11/13
“Pablo estuvo muchas veces en mi casa, era un chico tranquilo, aunque sabíamos que tenía algunos problemas y que esto que pasó podía terminar pasando”, admitió ayer a Clarín el papá de un compañero del chico que disparó en el aula de una escuela de Pontevedra.
En medio de la conmoción que generó el caso, algunos padres y chicos se animaron a describir a Pablo. Hablaron de él como un buen compañero, respetuoso, inteligente y muy tranquilo, aunque algo introvertido, algo que le traía algunos problemas.
Le gustan los jueguitos de la computadora, aunque a veces tiene tendencia a estar solo y aislado. Y sus antecedentes eran conocidos: al menos otras dos veces había llevado tijeras y navajas a la escuela, y una madre dijo que durante una clase de teatro había amenazado con “prender fuego la escuela”. Una compañera también dijo que lo había escuchado decir que “los iba a matar a todos”. Y era sabido que estaba bajo tratamiento psicológico, por sus ataques de pánico y por las alucinaciones que sufría.
Sobre las supuestas agresiones a las que era sometido por sus compañeros, las voces coinciden en apuntar a un grupo de alumnos de sexto año, más grandes que él. “No lo golpeaban, pero sí lo maltrataban mucho, se burlaban. Le bajaban los pantalones y se reían de él. Era más violencia psicológica que física”, dijeron.
Una preceptora declaró también que el adolescente es “introvertido”, aunque a veces cuando algo no le salía alguna tarea “rompía las hojas”. 
Fuente Diario Clarín . 

CUANDO “LA PULSION GOLPEA LA CARNE”. La pubertad y lo real del sexo › Por Liliana Donzis

Hace un tiempo recibí a Uriel, un joven de trece años, que, en su segunda entrevista, dijo: “Vengo para decir la verdad: hay algo que preocupa pero no me animo, es demasiado complicado. Mi tema es que no sólo me cuesta integrarme con mis compañeros de la escuela, esto ya te lo dije, por otra parte los de mi escuela son mis únicos amigos posibles..., pero mi problema es otro. No me animo a decírtelo, ni a decírselo a nadie... Esta sesión es para mí, no para que se lo cuentes a mis padres”. Luego de unos minutos en los que habló de cualquier otro tema, me preguntó si podía darme un papel donde escribiría lo que le pasaba. Acepté su propuesta y me entregó una breve oración: “Soy homosexual”. Desde muy corta edad había tenido indicios de su diferencia de posición respecto de los otros chicos. “Cuando empecé la primaria, jugaba siempre con nenas; no me gusta jugar al fútbol ni me preocupa en lo más mínimo qué equipo gana o quién pierde”. También con pudor comentó que lo avergonzaba que sus compañeros le dijeran “gay”. Ese término era una “cargada” habitual en su escuela, pero él quedaba perplejo, sin palabras, inhibido; no sabía cómo defenderse porque consideraba que podría ser una verdad que sus compañeros advertían. Suponía que, si se lo decían, era porque tenía esa condición sexual. Quedaba preso del silencio porque la palabra gay expresaba sus pudores más íntimos.
Un púber reconoce que puede diferir su elección vocacional o laboral, pero su definición sexual lo apremia, particularmente el encuentro con lo real del sexo. Con el advenimiento de la pubertad, comienzan las transformaciones que han de llevar la vida sexual infantil hacia su definitiva constitución; no se trata sólo de la adquisición de los caracteres sexuales secundarios, sino también de la reedición de las operaciones edípicas. La pulsión ataca, impacta el cuerpo y transforma las respuestas del sujeto; el “no pienso” de la pulsión golpea la carne, destrona lo que hasta ayer fueron los pilares del niño. En la niñez, el juego amortiguaba el recorrido del trayecto de la pulsión proponiendo una relación con el objeto que, como dice Lacan, sitúa un fantasma inofensivo.
Freud, en “La metamorfosis de la pubertad” (Tres ensayos para una teoría sexual), dice que la vida sexual de los humanos comienza dos veces. La primera vuelta corresponde a las experiencias iniciales de la vida, pero el segundo inicio de la vida sexual, en la pubertad, conlleva una verdadera metamorfosis del sujeto e implica un trastrocamiento de los goces y de los placeres en juego, así como un renovado florecimiento de fantasías que abren las puertas a la exogamia. Para Freud, la pubertad no es el inicio, no es la primera vuelta, sino que en ella se absorben y se recomponen, en una segunda vuelta, las inscripciones primeras.
Freud señala, sin posición moralista alguna, que el joven puede tener, y no sólo ocasionalmente, inclinaciones tanto homo como heterosexuales. Inclusive, a partir de lo que considera la bisexualidad constitutiva, algunos sujetos pueden alternar a lo largo de su vida elecciones sexuales y amorosas con partenaires de su mismo sexo o del otro sexo. En Tres ensayos..., el psicoanálisis no juzga la sexualidad, sino que trata de explorar las causas por las que el sujeto adviene y se posiciona de determinada manera.
Y es importante preguntarnos si la elección de objeto que se produce entonces coincide con la puesta en escena de la asunción sexual definitiva.
Me parece interesante distinguir la pubertad de la adolescencia: podemos situar la pubertad como la irrupción pulsional, mientras que podemos llamar adolescencia a ese tiempo en que la pulsión se estabiliza en lo que Lacan denominó el fantasma y, con él, la posición sexual del sujeto en relación con el objeto.
Pero ese tiempo lógico, que distingue pubertad de adolescencia, no es el cronológico, y para el púber surge, no sin dificultades y angustias, esa zona de interrogantes ante lo sexual en la que está apremiado por la puesta en juego con el partenaire. Llegada la pubertad, tal como escribió, en “Final de juego”, Julio Cortázar, “los veranos ya no serán los mismos a la hora de la siesta”.
Ahora bien, ¿quién se dirá hombre, quién se dirá mujer? Y aun ¿quién se dirá hombre o mujer a los que les atraen hombres o mujeres respectivamente? Asimismo ¿cómo se afrontarán las múltiples variaciones subjetivas que se arraigan en el inconsciente y que sólo advendrán fantasmáticamente? La anatomía no es el destino.
“Más allá de cualquier zona prohibida hay un espejo para nuestra triste apariencia” (Alejandra Pizarnik, “El árbol de Diana”). El púber aún no conoce ese futuro imperfecto del amor y del sexo. Encuentro fallido, imaginariamente posible, siempre incierto y contingente. Si la fortuna del deseo lo acompaña, apostará a la exogamia. La ilusión del deseo, como un hilo de Ariadna, lo conducirá por los laberintos insondables de una posición sexuada.
¿Qué es la homosexualidad en un joven que aún no ha tenido ninguna experiencia?
En aquellas primeras entrevistas con Uriel, se agolpaban interrogantes que tocaban una zona de riesgo y de enorme responsabilidad clínica: entendí que no era necesario que encontrara ninguna respuesta inmediata. La pregunta por su debut sexual lo puso en el camino de una duda que puede resumirse en la siguiente frase: si aún no tuvo relaciones, ¿cómo podría afirmar su decisión? En los primeros tiempos de su análisis, su angustia y preocupación no menguaban; aplazar una certeza no implicaba ningún cambio sino sólo un tiempo de demora. La pubertad fue para este joven un tiempo que se conjugaba en futuro imperfecto.
Uriel, sin experiencia pero leyendo su letra, fue interrogando, entre muchas otras cuestiones, lo que él llamó “la atracción”. Fue teniendo más amigos, se mostró más tolerante con ellos, un día comenzó a jugar al fútbol y no le fue nada mal. Compartía con los otros un lugar en el mundo, a distancia de su tan amada madre. Uriel iba definiendo sus atracciones sexuales. Un día, casi sin dudar, me dijo que le interesaba conocer la ley del matrimonio igualitario, porque concluía que a veces lo jurídico y lo legal iban más rápido que los prejuicios de la gente.
* Extractado de un trabajo que aparecerá en el próximo número de la revista Imago-Agenda.
Página 12 - Noviembre 2013 . 

LA INFANCIA Y SU INTERLOCUTOR “¿Por qué?”, preguntó el niño › Por Luciano Lutereau Para el autor, la infancia es ante todo un modo de hablar, que se caracteriza por preguntar. Lo que preguntan los “por qué” es cuál es el deseo del adulto al que el niño se dirige. Y, para un niño, la pérdida de un adulto que le había hecho lugar en su deseo, al cual ese chico realmente le hacía falta, puede ser “devastadora”.

Podría decirse que la infancia es un modo de hablar: más allá de cualquier precisión cronológica, la posición infantil se caracteriza por un modo particular de relación con el Otro, que es la pregunta. Así lo afirmó Lacan, por ejemplo, en el Seminario 11: “Los ‘por qué’ del niño no surgen de una avidez por la razón de las cosas: más bien constituyen una puesta a prueba del adulto, un ‘¿por qué me dices eso?’ (...) es el enigma del deseo del adulto”.
Esto se verifica en lo difícil que es desdecirse con un niño. Ellos mismos suelen inquietarse al respecto: “Pero vos me prometiste...”; el decir toma incluso el estatuto de un acto, como en la promesa. Y esto también se verifica, mucho más, en una situación que casi todos hemos vivido alguna vez: encontramos a un niño en la calle, entusiasmado con algún juguete, nos acercamos, le tocamos la cabeza y preguntamos: “¿Cómo te llamás? ¿A qué estás jugando?” Imaginemos por un momento que alguien se acercara a nosotros en la calle, nos tocara y preguntara: “¿Qué estás leyendo?” Nuestra respuesta sería seguramente la de un rechazo radical. Sin embargo, los niños no rechazan al Otro, sino que de forma más o menos inmediata se instalan en una conversación animada, y, de hecho, cuando un niño es retraído o tímido produce algún tipo de preocupación. En última instancia, es a los niños a quienes se les dice “¡No hables con extraños!” ¿Cómo entender esta apertura espontánea de los niños a los desconocidos? Erik Porge propuso que en los niños hay un hablar que no es a nadie en particular, sino al Otro por sí mismo, cuya función el adulto puede encarnar como interlocutor si se presta a ser un “buen entendedor”.
Y esta última indicación permite ubicar una forma de responder al modo de hablar de los niños. Pienso, por ejemplo, en el caso de un niño que, luego de que le propusiera dejar de jugar por ese día para concluir la sesión, me dijera: “Pelotudo”. Frente a mi sorpresa ante el insulto, agregó: “Es la primera vez que digo una mala palabra”. En este punto, el insulto valía como don o regalo al analista. Un educador, o bien cualquier figura del Otro que hiciera consistir un saber propio, habría reprendido al niño: “Decir malas palabras no es correcto”.
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En sentido estricto, lo infantil no es más que un modo de hablar que se verifica en la pregunta por el deseo del Otro. Esto es algo que se comprueba en diversas situaciones corrientes. Todos hemos pasado por la circunstancia de que a un niño se le haga un regalo menor (un libro) y que, al verlo, otro, que había sido obsequiado con un bien preciado (un metegol) se ponga a llorar. He aquí la demostración de que los niños viven en un mundo de objetos inútiles –también se ha visto que desestiman los más imponentes y costosos por la rama de un árbol o un viejo muñeco–; o, mejor dicho, que para ellos los objetos valen en función de los deseos en que se sostienen. De ahí que, en la situación descripta, la forma habitual que tienen los adultos para responder a ese llanto del niño sea mediante un ardid (algo histerizante): “Bueno, si no querés ese metegol, me lo quedo yo”. Y así es como el niño puede volver a interesarse por ese objeto que había dejado caer.
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El sentido estricto de la experiencia edípica se resume en una pasión imaginaria: los celos: la capacidad del niño de sentirse excluido respecto del amor del Otro. He aquí el sentido profundo de ese fantasma que Freud delimitó en su texto “Pegan a un niño” (1919). En ese fantasma –donde se pega a un niño–, el Otro entrega un sustituto de su amor: la autoridad. De este modo podríamos ubicar niños que se sitúan respecto de la función de la autoridad, aunque hoy en día la clínica nos presenta el caso de niños que, a diferencia de los clásicos “problemas escolares” (inhibiciones intelectuales, etcétera), trastornan el dispositivo de aprendizaje a través de la conducta: chicos que pegan y se desacatan frente al Otro.
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En el motivo de una consulta al analista puede ubicarse la destitución de la autoridad del Otro. En un apartado anterior, nos remitimos al texto de E. Porge, en el que se menciona ese hablar del niño al Otro por sí mismo, cuya función el adulto puede encarnar como interlocutor. Eventualmente puede ocurrir con los padres algo por lo cual esta posición fracasa y, entonces, los padres ya no saben qué hacer: han quedado privados del saber que antes poseían para interpretar las conductas de sus hijos. Ahora es el niño quien posee un saber reprimido desde el cual desafía a los adultos. “Me lo hace a propósito”, suelen decir los padres. “En la casa de los amigos hace todo bien (come sin remilgos, se baña sin reparos, duerme como un ángel), pero llega a casa y pasa lo mismo de siempre...”
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Un analista no enseña a ser mejores padres. En todo caso, puede colaborar para que éstos puedan tener una relación menos sufriente con la respuesta sintomática de sus hijos. Suele ocurrir que éstos puedan interpelar a sus progenitores. No pocas veces en el tratamiento de adultos suele ocurrir que los mejores interpretadores sean los hijos. Después de todo, desde la antigüedad es sabido que los niños y los locos son quienes dicen la verdad...
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¿Cuántas veces un analista hace la lectura de un caso en función de si el padre está presente o no, si el niño aún duerme con sus padres, etcétera? Por esta vía, la función del psicoanalista queda degradada a la de un policía de la familia.
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No conviene que atienda niños quien no pueda resistir no ser amado por ellos. Soportar el desamor de un niño no es algo sencillo. Y el correlato de esta afirmación es la siguiente: el analista no ocupa el lugar de una madre. Es ésta la que puede enarbolar un amor incondicional. Por lo demás, es sabido el carácter superyoico que suele asumir la posición materna en la infancia: “Sólo quiero que seas feliz....” ¡Nada menos!
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Para un niño, situarse respecto del amor es hacerlo en tanto amado. En esta identificación con la imagen que el Otro provee radica la coyuntura que Lacan llamó “pavoneo” (del niño con su madre), y que tiene una importante consecuencia: el narcisismo de los niños, la identificación fálica, se lee en el discurso de los padres; no se trata de hechos objetivos que se aíslen perceptivamente (por ejemplo, en los arrumacos entre padres e hijos), sino de hechos de lenguaje, que se disciernen en la necesidad que los padres tienen de ubicar un destinatario que certifique los actos de su hijo (“Aprendió a caminar”, “Dejó el pañal”, “Obtuvo tal o cual nota”).
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Si los niños se orientan tan fuertemente en función del deseo del Otro, entonces cabría admitir que no aman. Dicho de otro modo, no establecen relaciones de objeto en sentido estricto –sostenidas en una posición fantasmática de cierta fijeza, que suele sellarse en la bisagra de la adolescencia a partir de algún encuentro con la castración–.
Esto puede advertirse con relación a los duelos en la infancia. Suele ocurrir que los padres consulten a un analista por el temor de que su hijo se resienta ante un cambio de colegio o una mudanza. Y, sin embargo, realizado el cambio quedan sorprendidos porque no hubo consecuencias significativas. Incluso puede ocurrir que consulten por eso: “No es normal, algo le debe estar pasando pero no lo expresa”, dicen, como si un niño debiera ser una superficie de reflejo inmediato.
Y a veces son los padres quienes delegan en los hijos una incapacidad relativa para desprenderse de cierta costumbre o comodidad. Recuerdo el caso de una madre acongojada por el efecto que produciría en los niños tener que vender, luego de la separación de su marido, la casa en que vivían: no fue necesario mucho más que indicarle su propia dificultad para terminar de aceptar una consecuencia de su divorcio.
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El duelo en los niños tiene una acepción específica. Si, de acuerdo con Freud, el trabajo del duelo implica la sustitución de una relación de objeto, los niños no atraviesan este tipo de experiencias. De ahí que muchas veces frente a la muerte de un amigo de la familia o un familiar no muy cercano, los niños no expresen más que unas pocas preguntas (“¿Estaba enfermo?”, “¿Ya no lo vamos a ver más?”) o una conclusión ligera (“Sabía que iba a pasar”).
No obstante, otras veces ocurre que la desaparición de ciertas personas produzca un efecto devastador. Esto se explica a partir de que, como hemos dicho, los niños establecen su relación con el deseo del Otro: Lacan, en el Seminario 10, afirma que sólo se hace un duelo por aquel para quien encarnamos su falta. Y la identificación regresiva con el deseo perdido puede ocasionar las más severas inhibiciones: por ejemplo, en el caso de un niño que había asumido rasgos propios de su abuelo fallecido como un modo de testimoniar la presencia del deseo que tan fuertemente lo había marcado.
Q Texto extractado del libro ¿Quién teme a lo infantil? La formación del analista en la clínica con niños, escrito en coautoría con Pablo Peusner.
Página 12 - Noviembre 2013 . 

EL ARTE DE SOLTAR .


ÁREA DE BROCA - Esta zona cerebral le debe su nombre a Paul Broca, quien la describió en 1864. Su función es permitir la ejecución de los patrones motores para la expresión de cada palabra, articulando el lenguaje hablado y escrito. Por lo tanto, esta área nos provee de los circuitos nerviosos necesarios para la formación de las palabras. Asimismo, participa en la producción del habla, del análisis específico de la sintaxis de las palabras mientras se escucha y de la comprensión de la complejidad estructural. Las personas que sufren de lesiones en esta área (llamada afasia de Broca) no son capaces de comprender y construir frases gramaticalmente complejas. El área de Broca se conecta con el área de Wernicke (la otra región considerada hasta el momento crucial para el lenguaje en los humanos) mediante un haz de fibras nerviosas, el arcuato. Se encuentra ubicada en la corteza prefrontal, delante de la porción inferior de la corteza motora primaria izquierda, en la cercanía de la fisura lateral. Está constituida por la porción opercular y triangular del giro frontal inferior. También se conecta con el área motora suplementaria, que se relaciona con la iniciación del habla. Se la considera un homólogo de área F5 de los monos macacos, en donde se descubrieron las neuronas espejo (Iacoboni, 2008). Según una nueva investigación realizada por Ned T. Sahin y colaboradores en Universidad de California, en San Diego y en la Universidad de Harvard, publicada en la revista Sciencie, ha revelado que el área de Broca es capaz de computar las tres tareas fundamentales relacionadas con el lenguaje: la identificación de la palabra, la elección de la forma gramatical correcta y la organización de los sonidos para expresarla. Los científicos identificaron patrones de actividad neuronal indicando procesos cerebrales léxicos, gramáticos y fonéticos alrededor de 200, 320 y 450 milisegundos respectivamente después de que se mostrase una palabra a los pacientes. Estas mediciones se registraron en todos los pacientes y permiten establecer el tiempo de comprensión, elección y vocalización en seis décimas de segundo. Estos resultados sugieren que el área de Broca computa diferentes pasos con una coreografía perfectamente ajustada a un ritmo muy rápido. “Una danza que puede ser simplemente indetectable para los niveles de resolución de otros métodos usados con anterioridad”, aseguró el nurocientífico Eric Halgren. Los registros de la actividad neuronal se realizaron con electrodos ubicados en el área de Broca. Bibliografía: - Iacoboni, M. (2008). Mirroring People: The New Science of How We Connect With Others. New York: Farrar, Straus and Giroux. - Elmundo.es – Suplemento Ciencia. - Science 16 October 2009: Vol. 326 no. 5951 pp. 445-449 DOI: 10.1126/science.1174481 Sequential Processing of Lexical, Grammatical, and Phonological Information Within Broca’s Area. Ned T. Sahin, Steven Pinker, Sydney S. Cash, Donald Schomer, Eric Halgren. Ilustración de uso libre, solo se pide citar la fuente: Asociación Educar - www.asociacioneducar.com Asociación Educar Ciencias y Neurociencias aplicadas al Desarrollo Humano www.asociacioneducar.com


ÁREA DE WERNICKE - Llamada así en honor a Carl Wernicke, quien la describió por primera vez en 1876. También se la denomina Área Interpretativa General, Área Cognoscitiva, Área del Conocimiento y Área de Asociación Terciaria. Su función está relacionada con la comprensión de palabras y la producción de discursos significativos. Las personas que sufren de lesiones en esta área (llamada afasia de Wernicke o afasia fluida) son incapaces entender las palabras de contenido mientras las escuchan, y tampoco pueden de producir frases con sentido: su discurso tiene una estructura gramatical, pero no significado. Se ubica en el lóbulo temporal izquierdo y, al igual que el área de Broca, ya no se la considera como una sola región anatóno-funcionales, uniforme del cerebro. Mediante el análisis de los datos de numerosos experimentos de imágenes cerebrales, los investigadores han distinguido tres subáreas dentro del área de Wernicke. La primera responde a las palabras habladas (incluyendo las propias que emite una persona); la segunda, sólo a las palabras pronunciadas por otra persona, pero también se activa cuando el individuo recuerda una lista de palabras. La tercera parece más estrechamente asociada con la producción de discurso que con percibirlo. Todos estos resultados son compatibles con el papel general del área de Wernicke en lo que se refiere a la representación de secuencias fonéticas, independientemente de si la persona los escucha, los genera ella misma, o los recuerda de memoria. Nuevas investigaciones publicadas en Proceedings of the National Academy of Sciences, y realizadas por el doctor Josef Rauschecker, profesor en el departamento de Neurociencia de la Universidad de Georgetown, y su equipo, quienes analizaron más de 100 estudios de imagen del cerebro, han permitido observar que el área de Wernicke se encuentra, aproximadamente, 3 centímetros más cerca de la parte frontal del cerebro, al otro lado de la corteza auditiva. Bibliografía: - Proceedings of the National Academy of Sciences: Phoneme and word recognition in the auditory ventral stream. Josef Rauschecker- 2011. - Georgetown University Medical Center. Researchers Rewrite Textbook on Location of Brain’s Speech Processing Center - New location of critical area provides hints on origin of language - 2012. - Akmajian, A., Demers, R. A., & Harnish, R. M. (1984). Linguistics: An introduction to language and communication. Cambridge, MA: MIT Press. - Damasio, A. R., & Damasio, H. (1992). Brain and language. Scientific American, 267, 88-95. - Fodor, J. A. (1983). The Modularity Of Mind. Cambridge, MA: MIT Pres. Ilustración de uso libre, solo se pide citar la fuente: Asociación Educar - www.asociacioneducar.com Asociación Educar Ciencias y Neurociencias aplicadas al Desarrollo Humano www.asociacioneducar.com Más ilustraciones: www.asociacioneducar.com/ilustraciones-cerebro.php Glosario Neurociencias: www.asociacioneducar.com/glosario.php


EL CEREBRO HUMANO : ÓRGANO DE MAYOR CONSUMO ENERGÉTICO DEL CUERPO .


Fuente : AE Asociación Educar .

EL CEREBRO : ÁREAS INVOLUCRADAS EN LA EXPERIMENTACIÓN DEL DOLOR .


Fuente : AE Asociación Educar .

LA AMÍGDALA , RESPONSABLE DE NUESTRAS EMOCIONES .


Fuente : Asociación Educar AE

NUESTROS RECUERDOS NUNCA PERECEN POR COMPLETO .


Nuestros recuerdos de largo plazo se distribuyen por todo nuestro cerebro, lo que produce que sea casi imposible olvidarlos. Aun ante lesiones, traumatismos o degeneraciones cerebrales, se pueden eliminar fragmentos de un recuerdo, pero muy difícilmente de manera completa. Es posible prescindir de detalles como, por ejemplo, un nombre, pero difícilmente desconozcamos el rostro de una persona.

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viernes, 8 de noviembre de 2013

Gestionar emociones positivas en los hijos .


HERMANN RORSCHACH .

Hermann Rorschach
Hermann Rorschach c.1910.JPG
Hermann Rorschach
Nacimiento8 de noviembre de 1884
Flag of Switzerland.svg ZúrichSuiza
Fallecimiento2 de abril de 1922 (37 años)
Herisau, Suiza
ResidenciaSuiza
NacionalidadSuiza
CampoPsiquiatríaPsicoanálisis,PsicometríaPsicodiagnóstico
Conocido porTest de Rorschach
SociedadesISR The International Society of the Rorschach and Projective Methods

TEST DE RORSCHACH .

HERMANN RORSCHACH - Hermann Rorschach [IPA: heɐman ʁoɐʃax] (8 de noviembre de 1884, Zúrich – 2 de abril de 1922, Herisau) fue un psiquiatra y psicoanalista suizo, conocido sobre todo por la elaboración de la prueba que lleva su nombre, el Test de Rorschach. Índice [ocultar] 1 Origen familiar y primeros estudios 2 Inicio en el psicoanálisis 3 Desarrollo como psiquiatra 4 Test de Rorschach 5 Referencias 6 Bibliografía 6.1 Obra propia 6.2 Test de Rorschach 7 Véase también 8 Enlaces externos 8.1 En inglés Origen familiar y primeros estudios Rorschach nació en Suiza, en el seno de una familia con pocos recursos económicos. Su padre era un pintor sin gran éxito en su profesión y que daba clases de pintura en una escuela preparatoria para varones. Durante sus estudios en la etapa secundaria, Rorschach demostró especial entusiasmo por entintar sobre papel y pegarlo, de tal manera que obtenía formas de pájaros o mariposas, lo cual incluso le valió ser apodado con el nombre de "kleck" que significa «mancha». Al finalizar la escuela, se interesó por la pintura y comenzó estudios en ciencias naturales, ingresando en la escuela de medicina en 1904. Tras graduarse en 1909 se interesó por la psiquiatría. Inicio en el psicoanálisis En 1911, Rorschach llega al psicoanálisis, corriente psicológica y psiquiátrica en boga a principios del siglo XX. Ingresa en la clínica universitaria de Zurich, “La Burghölzli”, dirigida por Eugen Bleuler.1 Allí se entusiasmó con las ideas freudianas, mientras se iniciaba en la técnica de la asociación verbal. Fue así como empezó a dar mayor importancia al aspecto de la interpretación y el psicodiagnóstico, término que fue el primero en acuñar, basándose en trabajos artísticos realizados por neuróticos y psicóticos sobre su propia habilidad para pintar. Desarrollo como psiquiatra Mientras se encontraba trabajando en un hospital de Suiza, tuvo tiempo para interesarse en la psicopatología de la religión. Durante ese intervalo, cuando un colega publica en 1917 su tesis doctoral sobre una prueba de manchas que había inventado, Hermann Rorschach renueva su interés en su técnica ya utilizada. De esta forma Hermann llega a utilizar 40 tarjetas, aunque realmente eran 15 las usadas con una mayor frecuencia. Recabó entonces las respuestas de 305 personas a quienes mostraba las tarjetas y les preguntaba ¿qué podría ser esto? La prueba fue aplicada a 117 neuróticos y 118 psicóticos. Las respuestas subjetivas le facilitaban distinguir entre unos y otros con base a las habilidades perceptuales, inteligencia y características emocionales. Rorschach consideraba esta prueba como un espejo donde la mancha constituye un estímulo óptico, el cual activa imágenes que son proyectadas de vuelta a las manchas. Esto se basa en la tendencia a proyectar interpretaciones y emociones ante estímulos ambiguos; en este caso las manchas. Así, los observadores son capaces de entrever de manera más profunda rasgos de personalidad e impulsos en la persona que realiza la prueba. Varios colegas de Hermann lo alentaron a publicar estos resultados. El manuscrito que contiene la versión original de las pruebas consiste en 15 tarjetas, pero seis editores las rechazaron, de tal manera que tuvo que reducir el número de tarjetas a diez. En junio de 1921 finalmente se imprimió su libro, pero la edición de las tarjetas fue insatisfactorio ya que redujeron el tamaño y los colores fueron alterados. Así quedó el modelo de las diez tarjetas que se conocen como la prueba de psicodiagnóstico de Rorschach. En 1922 Hermann Rorschach fallece por peritonitis como consecuencia de una apendicitis mal atendida. Test de Rorschach Artículo principal: Test de Rorschach. La prueba es un método proyectivo, en donde la persona debe describir lo que ve en las diez láminas. Algunas de ellas son en blanco y negro y otras en color. La respuesta de cada una es calificada con base a la información que da el paciente, la cual puede incluir forma, color o contenido. La teoría dice que los símbolos que se proyectan sobre la prueba pertenecen tanto al código genético, como a los arquetipos, los cuales son activados por necesidades que se presentan en la vida del individuo. De esta manera los símbolos son frecuentemente factores que despiertan nuestra memoria en un nivel emocional, el cual es medido y codificado en la prueba. Por tal razón esta prueba es hoy en día, a pesar de su antigüedad, una de las más utilizadas. Lámina I Lámina II Lámina III Lámina IV Lámina V Lámina VI Lámina VII Lámina VIII Lámina IX Lámina X Referencias Jump up ↑ Carl Gustav Jung no llegaría a conocerlo personalmente. «¿Así que realmente no tuvo nunca ningún contacto personal con Rorschach? No tuve relación personal alguna». Encuentros con Jung. "Las filmaciones de Houston", página 319. Edición de William McGuire & R.F.C. Hull. Editorial Trotta, 2000. ISBN 978-84-8164-304-6. Bibliografía Obra propia Rorschach, Hermann (1967). Obras menores e inéditas. Morata. ISBN 978-84-7112-038-0. —. Briefwechsel. ISBN 978-3-456-84044-4. Test de Rorschach Bohm, Ewald (1998). Manual del psicodiagnóstico de Rorschach. Morata. ISBN 978-84-7112-112-7. Exner, John E. (2007). Manual de codificación del Rorschach para el sistema comprehensivo. Madrid: Psimática. ISBN 978-84-88909-24-4. — (2005). Principios de interpretación del Rorschach: un manual para el sistema comprehensivo. Madrid: Psimática. ISBN 978-84-88909-13-8. Sendin Bande, Concepción (2007). Manual de interpretación del Rorschach. Madrid: Psimática. ISBN 978-84-88909-15-2. Véase también Test de Rorschach Test psicológico Enlaces externos Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Hermann Rorschach. Historia del Psicoanálisis: Hermann Rorschach En inglés Hermann Rorschach Hermann Rorschach The Original Rorschach Website The Rorschach Test The Classical Rorschach Categorías: Nacidos en 1884Fallecidos en 1922Psiquiatras de Suiza

jueves, 7 de noviembre de 2013

Erich Fromm (1900 - 1980) fue un destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista Fue uno de los principales renovadores de la teoría y práctica psicoanalítica a mediados del siglo XX. Dos libros son particularmente importantes para conocer el pensamiento del sabio alemán. El primero es El miedo a la libertad y el segundo es El corazón del hombre. En ellos se manifiesta inconforme con su pertenencia a una “escuela” nueva de psicoanálisis, para concluir diciendo que él propone una estructura filosófica de referencia diferente, la del humanismo dialéctico. A pesar de esto, se considera que los libros El miedo a la libertad, Ética y psicoanálisis y Psicoanálisis de la sociedad contemporánea presentan también una continuidad en lo que atañe al pensamiento psicológico de Erich Fromm, además de que en esta última funda lo que él llama el psicoanálisis humanista, mientras que en Ética y psicoanálisis sustituye el sistema freudiano de desarrollo de la libido por uno que se basa en los procesos de asimilación y socialización del individuo. En un libro previo, El arte de amar, Fromm analizó la capacidad de amar y, por el contrario, El corazón del hombre tiene como eje la enunciación y caracterización de dos síndromes, el de crecimiento (amor a la vida, a la independencia y la superación del narcisismo) y el de decadencia (amor a la muerte, a la simbiosis incestuosa y al narcisismo maligno).


Fuente : Campo Vincular Psicoterapia .

sábado, 26 de octubre de 2013

FREUD Y LA IRONÍA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL . Viena ha sido ocupada por los nazis y el mundo entero centra su atención en el médico y su familia. Ernest Jones, su biógrafo y entrañable amigo, ha ido para llevar a la familia entera a Inglaterra. Varios embajadores de distintos países, el mismo Musollini, intervienen ante los nazis para que le permitan salir sin problemas. Sin embargo, iba a ser el embajador alemán en Francia, el Conde von Welczeck, el que plantearía el tema en forma concluyente a las autoridades alemanas: era esencial tratar bien a una personalidad de la talla de Freud para evitar el escándalo.Al punto, Freud fue invitado a firmar un documento que rezaba así: “Yo, profesor Freud, confirmo por la presente que después del Anschulss (palabra alemana que significa anexión) de Austria al Reich de Alemania, he sido tratado por las autoridades germanas, y particularmente por la Gestapo, con todo el respeto y consideración debidos a mi reputación científica, que he podido vivir y trabajar en completa libertad, así como proseguir mis actividades en todas las formas que deseara; que recibí pleno apoyo de todos los que tuvieron intervención en este respecto, y que no tengo el más mínimo motivo de queja.” Tras rubricar sin ningún escrúpulo aquella payasada. Freud preguntó a sus hieráticos interlocutores, con su inmarchitable ironía, si podía añadir esta posdata: “De todo corazón puedo recomendar la Gestapo a cualquiera".


Causa Freudiana .

“Nació con abundante cabello, rizado y negro, tanto que su joven madre le puso por mote “mi negrito”. Siendo adulto ya, su cabello y sus ojos eran negros, pero no era moreno de tez. Había nacido con la cabeza cubierta por una membrana fetal, hecho éste que se interpretó como seguro augurio de felicidad y fama. Y cuando cierto día una anciana, con quien la joven madre se topó por casualidad, reforzó esta creencia, informándole que había traído al mundo un gran hombre, la orgullosa y feliz mamá creyó firmemente en la predicción. Manto y ropaje de héroe venía tejiéndose, pues para él, desde la misma cuna.” Muchos años después Freud escribiría: “Cuando un hombre ha sido el favorito indiscutido de su madre, logra conservar durante toda la vida un sentimiento de vencedor, esa confianza en el éxito que a menudo conduce realmente al éxito.” “Vida y Obra de Sigmund Freud”, Ernest Jones.


Causa Freudiana .

LAS MARIPOSAS .


Qué hacer para salvar a un amigo del suicidio. Parece difícil saber qué hacer cuando una persona intenta suicidarse. Los psicólogos dicen que hacerlo sentir importante es un buen inicio . Por Elizabeth Cohen Jueves, 11 de marzo de 2010

Las personas con inclinaciones suicidas a veces sólo requieren una palabra de apoyo. (SXC).
Lo más importante
  • Los especialistas dan algunos consejos para ayudar al suicida en potencia:
  • Dile que no quieres que muera
  • Envíales una postal
  • Di “aquí estoy”
  • Llévales comida
  • Sé una buena compañía
  • Lo que no hay que hacer o decir:
  • “Sé como te sientes”.
  • “Supéralo”.
  • "En Haití hubo un terremoto. Tu situación no es tan mala”.
  • Ignorarlos.
  • Guardar el secreto.

Sabemos que es difícil estar con nosotros, pero no nos dejen solos.
Traci Parks.
CNN — Durante cinco días, Alexis Moore planeó cómo se quitaría la vida. No es una persona violenta, así que descartó las armas. Optó por el vodka, seguido de un bote de ansiolíticos.
Lo hizo metódicamente. Primero, dice que bebió vodka por dos horas. Luego, alineó veinte pastillas que tomaba cronológicamente con el reloj de la cocina; iba a su habitación a llorar y regresaba por más.
Después de seis pastillas, justo cuando empezaba a sentirse mareada y aletargada, Moore escuchó que tocaban la puerta y gritaban su nombre. Lo ignoró, aunque reconoció la voz: era alguien que conoció tres días antes en un evento laboral.
El hombre entró rompiendo la ventana de su cuarto. Ella se levantó de la cama, donde había estado sollozando, y lo dejó entrar.
Se fueron a sentar a la sala. Ella habló. Él escuchó. Entrada la tarde, ella decidió no quitarse la vida. Cinco años después, Alexis no ha vuelto a intentar quitarse la vida.
“De no haber sido por Ed (cuyo nombre fue cambiado para mantenerlo anónimo), yo estaría muerta ahora”, dice Moore, estudiante de leyes de 35 años, residente en Sacramento, California.
Pero algunas historias sí terminan en tragedia. El 8 de marzo tuvo lugar el funeral de Michael Bryan, el hijo de 18 años de la cantante Marie Osmond. La policía de Los Angeles calificó su muerte como suicidio.
91 estadounidenses cometen suicidio cada día, de acuerdo con los últimos datos de la Sociedad Estadounidense del Suicidio.
¿Qué hacer?
Si conoces a alguien que parece deprimido o desesperado, el primer paso es buscar ayuda profesional, dicen los especialistas.
Pero, aun con asistencia profesional, tu apoyo puede ser benéfico para las personas deprimidas, aunque casi nunca se sabe qué decirles.
“En muchos casos, tienes miedo de equivocarte al decir algo y empeorar la situación”, dice la doctora Nancy Rappaport, profesora de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, y autora de “Su despertar”; un libro sobre el suicidio de su madre.
Pero algunas palabras de aliento pueden hacer mucho, dice.
¿Qué dijo Ed para hacer desistir a Alexis de quitarse la vida? De hecho, no fue lo que dijo sino lo que hizo.
“Yo vivía en un lugar muy entramado, y él tuvo que pasar en medio de la maleza y muchas ramas para llegar a mi ventana”, dice Moore, que en ese entonces tenía 30 años. “Sé que suena simple, pero saber que alguien se tomó todo ese trabajo fue suficiente para dejarlo entrar”.
En la conversación, lo que Ed no dijo tuvo tanta importancia como lo que sí dijo. “Después de que lo dejé entrar, me abrazó”, recuerda Moore. “Dijo ‘estaba preocupado por ti’. Cuando hablamos, no me juzgó. No había miedo en sus ojos. Todo lo que sentí, fue confort. El sólo escuchó y eso era todo lo que necesitaba”.
Antes del intento de suicidio, Moore había escapado de un novio golpeador y había perdido su trabajo.
Otros que han ‘estado ahí’ tienen sugerencias sobre cómo ayudar a un suicida en potencia.
1. Dile que no quieres que muera.
Traci Parks, una fotógrafa de 42 años, intentó suicidarse tres veces en su vida. Las primeras dos, su marido salvó su vida con una frase.
"Él simplemente dijo ‘por favor no te mates. Te quiero mucho y no quiero que te mates’”, recuerda Parks.
Cinco años después, cuando su esposo murió, fueron sus amigos quienes la salvaron, cuando nuevamente se convirtió en suicida.
“Una persona me dijo que ella y su esposo no querían que yo muriera, que me extrañarían terriblemente y que pensaban que yo tenía mucho que ofrecer al mundo, aunque ella sabía que yo no lo sentía así”, comenta Traci.
Decir algo tan simple como ‘mi vida estaría vacía sin ti’ puede ser muy poderoso, dice Nadine Kaslow, psicóloga y profesora de psiquiatría y ciencias de la conducta en la Escuela de Medicina de la Universidad Emory. “Puedes ayudarles a creer que hay razones para vivir”, dijo.
2. Envíales una postal
Algo tan simple como enviar una postal puede mostrar a los suicidas que merecen amor y atención, aunque no lo crean así, dice Rappaport.
“Cuando alguien quiere suicidarse, se siente desechable”, dice. “Sienten que a nadie la va a importar”.
Cuando el amigo de Moore se enredó en las ramas para romper su ventana, la hizo sentir importante y valiosa, dice.
3. Di “aquí estoy”.
“Esto da un extra”, dice Moore. Le permite saber a la persona que estás listo para escuchar sin juzgar.
4. Llévales comida
Esto sirve para dos propósitos: les muestra que los valoras y alimentas a una persona que quizá estaba muy deprimida por no comer bien.
Después de la muerte del esposo de Parks, sus amigos se aseguraron de que ella comiera bien, y además limpiaron su casa, pintaron las paredes, arreglaron fallas eléctricas y plantaron flores en el jardín.
5.  Sé una buena compañía
Aceptémoslo: estar con alguien deprimido puede ser deprimente, y evitarlo a veces es la mejor solución.
Pero Parks dice que es lo último que debes hacer, aun cuando la persona deprimida parezca querer estar sola. “Sabemos que es difícil estar con nosotros, pero no nos dejen solos”, dice Parks.
Qué es lo que no hay que decir -o hacer-:
1. “Sé como te sientes”.
“Tu no sabes cómo me siento”, dice Moore. “incluso si has intentado suicidarte, tampoco sabes cómo me siento, porque cada situación es diferente”.
Compartir tus propios problemas tampoco ayuda, dice. “Lo último que una persona en esa situación quiere oír, es la historia de otro”.
2. “Supéralo”.
Si pudieran, lo harían.
3. “En Haití hubo un terremoto. Tu situación no es tan mala”.
Podrías pensar que con esa frase estás animando a tu amigo a darse cuenta de lo afortunado que es en realidad, pero quizá no lo logres, dice Rappaport.
“La idea de contar tus bendiciones ayuda, pero es difícil escucharlo”, afirma. “Ellos podrían sentir que estás minimizando el dolor que sienten”.
4. Ignorarlos.
Si alguien dice que está deprimido o quiere suicidarse, tómalo en serio, porque no sólo está tratando de llamar la atención, asegura Kaslow. “Si alguien está pidiendo ayuda, es porque la necesita”.
5. Guardar el secreto.
Cuando una persona deprimida te cuenta cuan desesperada está, a veces pide guardar el secreto. Si lo haces y la persona se mata, vivirás con ello el resto de tu vida, dice la especialista.
“Si defraudas su confianza y se molestan por ello, bueno, al menos estarán vivos y tu no quedarás con la idea de ‘y si…’”, recomienda Kaslow.
CNN MÉXICO .