LA PSICOLOGÍA : EL ALMA Y LA CONDUCTA HUMANA ,

sábado, 26 de octubre de 2013

FREUD Y LA IRONÍA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL . Viena ha sido ocupada por los nazis y el mundo entero centra su atención en el médico y su familia. Ernest Jones, su biógrafo y entrañable amigo, ha ido para llevar a la familia entera a Inglaterra. Varios embajadores de distintos países, el mismo Musollini, intervienen ante los nazis para que le permitan salir sin problemas. Sin embargo, iba a ser el embajador alemán en Francia, el Conde von Welczeck, el que plantearía el tema en forma concluyente a las autoridades alemanas: era esencial tratar bien a una personalidad de la talla de Freud para evitar el escándalo.Al punto, Freud fue invitado a firmar un documento que rezaba así: “Yo, profesor Freud, confirmo por la presente que después del Anschulss (palabra alemana que significa anexión) de Austria al Reich de Alemania, he sido tratado por las autoridades germanas, y particularmente por la Gestapo, con todo el respeto y consideración debidos a mi reputación científica, que he podido vivir y trabajar en completa libertad, así como proseguir mis actividades en todas las formas que deseara; que recibí pleno apoyo de todos los que tuvieron intervención en este respecto, y que no tengo el más mínimo motivo de queja.” Tras rubricar sin ningún escrúpulo aquella payasada. Freud preguntó a sus hieráticos interlocutores, con su inmarchitable ironía, si podía añadir esta posdata: “De todo corazón puedo recomendar la Gestapo a cualquiera".


Causa Freudiana .

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