LA PSICOLOGÍA : EL ALMA Y LA CONDUCTA HUMANA ,

sábado, 31 de agosto de 2013

SI YO COMIERA TODO EL TIEMPO LO QUE ME GUSTA , ESTARÍA EN PROBLEMAS : DR. MÁXIMO RAVENNA .

CUKMI:  ¿Es un mito que hay que comer más cuando hace frío?
MÁXIMO: El mito es que hay que comer en forma suculenta. El ser humano se mata en verano con el libertinaje de las fiestas y de las vacaciones: llegan los helados, las bebidas azucaradas, los alimentos supuestamente frescos. Y después se mata en el invierno con esto de que hay que comer suculento por el frío. Los dos hábitos habría que cambiarlos. En el invierno, además, la gente quiere gratificarse, se tapa más con la ropa y así que no toma conciencia real de su cuerpo.
CUKMI: ¿Qué hay que hacer entonces para no acumular kilos cuando llega el frío?
MÁXIMO:  Hay que comer alimentos de alto contenido nutricional, no picar, respetar siempre las cuatro comidas respetando las distancias entre ellas, beber líquidos acalóricos y tener conciencia de que lo que comamos nos resulte agradable después. Esto es, que después no necesitemos una batería de medicamentos como antigases o antiácidos…
CUKMI: ¿Hay algún gran aliado de la dieta?
MÁXIMO:  Hay que comer frutas, vegetales, legumbres, carnes magras y lácteos. Pero siempre ayuda el caldo. Por eso siempre recomiendo arrancar el almuerzo y la cena hasta con tres caldos, porque ayuda a la saciedad.
CUKMI: ¿Cómo es un día en tu dieta?
MÁXIMO:  El desayuno varía un poco dependiendo de si hago ejercicio o no a la mañana. Por lo general, tres veces a la semana hago gimnasia a la mañana, así que arranco con un yogurt con cereales o una banana, más un cortado. El almuerzo, si estoy en casa, es alguna tarta con una fruta. Y si estoy en la calle paso por una fiambrería y compro un poco de queso de máquina, pastrón  o blanco de de ave, que me encanta, y armo unos canapés con queso blanco y fiambre. Suelo entrar a la clínica hacia las 13, así que no puedo almorzar pesado porque tengo que poder trabajar. Después, a la noche, ceno lo que hayan  preparado en casa. Pero, si llego un ratito antes de que esté lista la comida, evito pasar por la cocina porque sé que voy a picar y no abro la heladera para ver qué hay porque sé perfectamente qué hay dentro. Entonces, paso derecho a la mesa.

CUKMI: ¿Vos también te cuidás con la comida?
MÁXIMO:  Sí, yo también tengo que cuidarme. Si tengo dos o tres kilos de más en seguida pongo el freno porque la ropa te marca, el saco no prende bien… Cada uno tiene que tener un solo talle  de ropa, no se puede ir cambiando de talle a cada rato. Yo, cuando aumento, es por distracción, o por tensión. Empiezo a picotear alimentos permitidos pero en más cantidad de la debida. Entonces como las viandas que preparamos en la clínica o pido en casa que  me saquen las tartas y me preparen un bife con un tomate al medio. Hay que ser consciente de la comida que se come. Si yo comiera todo el tiempo todo lo que me gusta, por ejemplo  pizzas, medialunas o milanesas con puré, estaría en problemas. Pero sí como cada tanto, lo tomo como un premio. Lo mismo me pasa si voy al supermercado. No agarro la bolsa de la baguette porque sé que es probable que al llegar a la caja entregue la bolsita vacía. A mí me pueden los farináceos. Y no como postres elaborados. Si vamos a comer afuera con una pareja, a lo mejor pedimos una mouse y cuatro cucharas, como para sacarnos  las ganas de algo dulce.  A mí me preocupa más la falta de placer de no verme bien porque no me gusta el abandono físico. Cuando estoy bien, estoy bien en todos los frentes.
CUKMI: ¿Qué medidas de fondo hay que tomar frente a los primeros kilos aumentados?
MÁXIMO: Lo primero es tomar conciencia de lo que se come. Y ver si son apenas dos kilos aumentados de manera circunstancial o si va a ser una tendencia que en primavera nos va a encontrar con 9 kilos de sobrepeso. Después, no hay que comer nada entre comidas. Y respetar el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena. Una vez que estoy sentado a la mesa, tengo que cortar a la mitad lo que me sirvan o me sirva. Y masticar despacio para que la comida dure. Por otra parte, es muy importante detectar los alimentos adictivos, aquellos que probamos y no podemos parar. Una vez detectados, eliminarlos. Hay que evitar las comidas elaboradas o compradas y tener cuidado con lo dietético y sacar toda la comida que sea de fácil acceso y fría, como los dulces o galletitas. Después de tomar todas esas medidas, si no funciona, hay que recurrir a un nutricionista para que nos ordene. Insisto: No hay que perder el estado de atención con la comida. Y hay que insistir con la ropa que aprieta porque siempre es más fácil recurrir al jogging, que puede esconder tranquilamente diez kilos de más.
CUKMI: ¿Hacés las compras?
MÁXIMO:  A veces. Me gusta acompañar a mi mujer. A veces paso por Valenti y me llevo múltiples cantidades de queso, que me encanta. Pero si tengo que bajar de peso,lo evito por completo. Sé que es sólo por u tiempo.

CUKMI: Ponés mucho hincapié en que sean sólo cuatro comidas, pero hay otras tendencias, que indican que hay que comer cada tres horas.
MÁXIMO: Yo trabajé muchos años con el tema de las seis comidas y las recomendba, trabajé años con Alberto Cormillot. Pero un día armé na compulsa con mis pacientes y me dí cuenta de que estaban hinchados de comer todo el día. Está demostrado que  las compulsiones vienen con el estómago lleno. Además, tampoco hay que estimular constantemente la insulina. Creo en sacarle la comida de la cabeza al paciente, intentar que se parezca a una persona común, que no necesita comer todo el día. Y otra cosa: hay que normalizar las medidas de las porciones: el centro del plato es la medida justa. Si a eso le sumás el sedentarismo y que la gente consume un promedio de 3000 calorías diarias, que no son necesarias, vas entendiendo por qué, si hace 60 años sólo había un 12 % de la población con sobrepeso, hoy es la mitad más uno.

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